La caída en bolsa de las criptomonedas es impactante, pero no es nada que no haya sucedido antes con otros valores. En pocos meses Bitcoin y Ethereum han registrado pérdidas en el entorno del 50%.
En junio de 1998, Coca Cola se desplomó en bolsa. Aunque en caída algo más amortiguada, llegó a perder también el 50% de su valor al cabo de un año y no recuperó aquel valor máximo hasta 17 años más tarde. Al valor preferido del magnate Warren Buffet, le llevó años y una importante restructura del portafolio de productos de la compañía, recuperar lo perdido. Pero Coca Cola tenía un buen punto en donde apoyarse, la popularidad de la marca y una potente red de distribución.
Con la crisis financiera de 2008, presenciamos la caída en la bolsa de unos cuantos bancos, en magnitudes muy espectaculares , caídas de más del 90%. 15 años después de ambos lados del Atlántico, muchos de ellos siguen sin poder levantar la cabeza. Años de tasas de interés bajísimas mermaron su negocio principal.
En el caso de bitcoin, por ejemplo, quienes haya sabido salirse a tiempo antes del derrumbe, puede haber realizado enormes ganancias. Aquellos que no vendieron pero haya comprado hasta finales de 2020, todavía está ganando dinero, aunque podrían, por supuesto haber ganado mucho más si se hubieran salido antes de la caída.
¿Qué puede suceder con las criptomonedas a partir de ahora? ¿Volverán a recuperar el valor perdido?
Los estados y en particular los bancos centrales tienen el deber de preservar la estabilidad monetaria y financiera. Los privados necesitan saber que el dinero que tienen depositado en sus bancos es rápidamente convertible a efectivo y que no está sujeto a una alta volatilidad.
La mayoría de los bancos centrales están estudiando implementar sus propias monedas digitales, respaldadas por ellos para dar estabilidad al sistema. La competencia para las cripto monedas emitidas por privados y puede que también las restricciones legales a las que estarán sujetas, pasarán a ser mucho mayores, porque los estados no pueden ni deben rehuir a sus funciones.
En los próximos días seguimos desmenuzando este tema, teniendo en cuenta otros aspectos como los costes de producción crecientes dado el alto consumo de energía necesario para su producción , la vulnerabilidad financiera de los custodios de estos valores y hacia donde puede avanzar el marco regulatorio para estas monedas.